El queso es uno de los alimentos más consumidos y más característicos de la gastronomía de nuestro país, con una presencia indiscutible en todo tipo de platos y recetas. A lo largo de todo el mundo, podemos destacar muchísimos quesos con nombre y apellidos que cuentan con una fama inconfundible por todo el planeta: cheddar, gouda, edam, brie, mozzarella, roquefort, queso suizo… Y por supuesto, en España también podemos destacar otros tantos como pueden ser el queso manchego, el de Cabrales, el de Burgos o la Torta del Casar extremeña, que cuenta con Denominación de Origen Protegida y que puedes conseguir en nuestra tienda oficial de Quesos y Jamones Morán. Y si algún ingrediente hace falta para la elaboración de estos quesos, sea cual sea, es la leche. Pero, ¿qué leche? En efecto, no todas las leches son iguales; y si bien existen ciertos quesos que se elaboran con un tipo de leche muy concreto, como puedan ser la mozzarella, con su singular leche de búfala, o el curioso queso de Mauritania, elaborado a partir de leche de camella, la mayoría de variedades de quesos (más de dos mil por todo el mundo) se obtienen a partir de la leche proveniente de tres animales fundamentalmente: vaca, cabra y oveja. Sin embargo, los quesos que se producen con cada una de estas leches son bastante distintos, y en Quesos y Jamones Morán, venimos a explicarte estas diferencias:
- Queso de vaca: la leche de vaca es la más utilizada para hacer queso, y algunos de los quesos de vaca más representativos son el brie, la mozzarella, el camembert o el parmesano. Es un tipo de queso cuyas moléculas grasas son más grandes, y por tanto, más difíciles de digerir, por lo que se nos hace más pesado que sus compañeros. Por otra parte, también presenta un alto contenido de lactosa, y esto puede ser todo un inconveniente para aquellos que son intolerantes, quiénes no podrán disfrutar de la fuerza e intensidad de estos quesos elaborados a partir de la leche de vaca.
- Queso de cabra: la leche de cabra destaca por ser la más parecida a la leche humana en cuanto a pura estructura molecular, y el queso de cabra por excelencia, o por lo menos en nuestro país, es el queso de la cabra payoya, que se encuentra en la Sierra de Grazalema (Cádiz). Es un queso que destaca por sus bajos niveles de grasa, colesterol y calorías, por lo que resulta más ligero que el queso de vaca, y de esta forma se convierte en el ingrediente ideal de dietas bajas en calorías o en el aliado perfecto para combatir la diabetes. Además de por eso, el queso de cabra cuenta con niveles muy bajos en sodio, e infinidad de minerales y vitaminas, siendo así un tipo de queso extremadamente saludable a la par que picante y delicioso.
- Queso de oveja: es en el queso logrado a partir de la leche de oveja donde encontramos la principal representación de los quesos españoles, entre ellos los mencionados anteriormente: la Torta del Casar, el queso manchego o el queso de Burgos. Este tipo de queso es uno de los más nutritivos que podemos encontrar, por contener más vitaminas y minerales que el de vaca, pero también más grasas y proteínas. Sin embargo, se digiere más fácilmente que su contraparte. Este tipo de queso destaca por su textura cremosa y suave, y por un sabor ligeramente aceitoso que nos lleva a enlazarlo con otra de las joyas culinarias con las que contamos en nuestra tradición gastronómica para llegar a una sensación única.
Sabiendo todo esto, ya podemos disfrutar de todos los tipos de queso sabiendo lo que nos aportan y adaptándolos a todo tipo de paladares y estómagos. Desde Quesos y Jamones Morán, ponemos a tu disposición una amplia gama de quesos que contiene estas variedades, para llevar el maravilloso sabor del queso de nuestra tienda a tu mesa. Y recuerda: seguramente la receta de la felicidad lleva queso.