España es un país con una tradición y una fama culinaria sin igual, siendo mundialmente reconocida por platos como la paella, el cachopo o la tortilla de patatas. Sin embargo, el producto estrella de nuestro país es sin duda el jamón. No se entendería la identidad de España sin su jamón ibérico, como ya contamos en un post anterior de nuestro blog de Quesos y Jamones Morán (La importancia del jamón en la cultura española), que encuentra en el territorio nacional a cuatro zonas de producción de este jamón ibérico que están por encima de las demás: la Dehesa de Extremadura, Jabugo (Huelva), la Sierra de los Pedroches cordobesa y Guijuelo (Salamanca); todas ellas con el título de Denominación de Origen Protegida que les posiciona como algunos de los mejores jamones del mundo. Y si bien España es la cuna indiscutible del jamón, en el resto del mundo tampoco pierden el tiempo a la hora de intentar replicar el éxito español, aunque sobra decir que alcanzar la calidad y el sabor de un buen jamón ibérico criado y curado en España es algo que se antoja imposible. Sin embargo, desde Quesos y Jamones Morán nos resulta interesante hacer un repaso por algunos de los países donde el jamón se encuentra presente de forma más o menos notable en su gastronomía:
- Italia: el jamón de “el país de la bota” quizás sea el que más se asemeje al que se obtiene en nuestro país, y destaca sin duda uno que posiblemente os suene: el Prosciutto, originario de Parma y en el que los cerdos se alimentan a base de castañas. Es un jamón que difiere también en el proceso de curación, pues su duración es menor y esto implica que se ponga mayor énfasis en su salazón, por lo que se llega a un producto mucho más salado pero más falto de sabor.
- Alemania: nos movemos un poco más al este para conocer el jamón de la Selva Negra, un territorio alpino que se encuentra al suroeste de Alemania. Allí encontramos un jamón que cuenta con cierto reconocimiento, si bien no todos los cerdos tienen que ser necesariamente autóctonos de allí. Gozan de un sabor muy característico debido a su particular quemado sobre las ramas de abeto que provienen de esta misma Selva Negra, obteniendo así un sabor y textura muy característicos además de su color oscuro único.
- Hungría: por último, volvemos a movernos aún más a la Europa oriental para conocer el jamón húngaro, que proviene de un cerdo totalmente autóctono del país y que comparte origen con el cerdo ibérico español: el cerdo mangalica. Su cría se fomentó de forma brutal desde la II Guerra Mundial, lo que ha llevado a la producción de este jamón con cierto éxito.
Finalmente, vemos como si bien existen ciertos intentos de réplica del jamón español, por toda Europa, adaptándose a las características de cada cerdo y al proceso de curación tradicional de cada país, llegar a los niveles de calidad y condición de un verdadero jamón ibérico español es una misión imposible: por eso desde Quesos y Jamones Morán ponemos a tu disposición una amplia gama de jamones ibéricos criados y elaborados aquí. Porque el jamón jamón solo se encuentra en España.