Para que un jamón ibérico de bellota sea único, la montanera es de vital importancia. El término de montanera hace referencia a la última fase de la cría del cerdo ibérico.
Este proceso consiste en dejar pastar en libertad al cerdo ibérico en la dehesa. Lugar donde su actividad principal será comer y dormir en libertad.
Durante su estancia en la dehesa, los cerdos tienen una vida agradable y sosegada. Realizan ejercicio diario en busca de su alimento preferido: la bellota.
La bellota, de alto contenido nutritivo es fruto de encinas, alcornoques y otros árboles de la familia Quercus.
Si la época de lluvias ha sido espléndida en aguas, los cerdos pastarán en una superficie irregular repleta de bellotas y pastos frescos.
La bellota ha de ser acompañada por hierbas y pastos naturales, ya que una alimentación sólo a base de bellotas puede ser perjudicial para el animal.
¿Sabías que durante este proceso los cerdos ibéricos pueden llegar a consumir hasta 900 kg de bellota y 300 kg de pastos?
El periodo de montanera se extiende desde octubre a febrero, tiempo óptimo para la maduración de la bellota. A nivel legal, como mínimo, deben disfrutar de la montanera 60 días.
Cuando el año ha sido bueno, y la dehesa es excelente se otorga 1.5 hectáreas por cerdo, ya que en este espacio hay bellotas suficientes para el chancho. Si, por el contrario, la dehesa es de menor calidad, se puede otorgar hasta 4.5 hectáreas.
Los cerdos, en la dehesa puede llegar a recorrer hasta 15 km diarios en busca de comida y bebida. Este ejercicio físico confiere a su carne de una mayor calidad, ya que a la vez que engordan, se produce la infiltración de la grasa en sus carnes magras. De esta forma su carne desarrolla cualidades positivas al producto.
Las bellotas influyen cuantiosamente en el sabor, aroma, textura del jamón, y las propiedades de los ácidos grasos del jamón de bellota.
La bellota, contiene un alto nivel de ácido oleico, similar al de la aceituna, permitiéndole acumular ácidos grasos saludables entre los músculos del jamón de bellota 100% ibérico.
La ventaja del periodo de montanera es que principalmente sin esta fase no habría jamón de bellota 100% ibérico. Los animales se alimentarían exclusivamente de piensos y cereales, y como consecuencia de esto la carne sería de menor calidad, ya que no se conseguiría la composición saludable que deriva de la alimentación de bellota y pastos naturales.
Por lo tanto, durante esta fase tan bonita, nuestros cerdos ibéricos habitan tranquilos recorriendo la dehesa extremeña sin escatimar en una estupenda alimentación.
Este proceso es sinónimo de productos de una calidad superior, y cada vez que veas un Jamón de Bellota 100% Ibérico de Quesos y Jamones Morán ten en cuenta el especial mimo que se tuvo con él para que tú puedas disfrutar de todo el sabor, aroma y textura que solo ofrece le cerdo ibérico de bellota.
